Los 24 de Marzo recordamos el 24 de marzo de 1976: el inicio del último golpe de estado. Traemos al presente aquellos rostros y nombres que el mecanismo de la desaparición quizo borrar. Suena en las plazas del país el grito de «¡Presentes!» ante la evocación de los 30.000 desaparecidos: una cifra abierta que arriesga un número allí donde no hay certezas, ya que el silencio que día a día siguen perpretando los terroristas de estado nos sigue devolviendo la incógnita de cuántos fueron y dónde están sus cuerpos.
Pero esa mirada hacia el pasado nos trae preguntas sobre el hoy y el mañana. ¿Qué pasa cuándo la persecusión política a dirigentes sociales y políticos vuelve a estar en el menú de nuestra democracia? ¿Qué pasa cuando la violencia política intenta gatillar dos veces sobre un cuerpo que representa a millones? ¿Qué pasa cuando esos dos no-disparos no son condenados por todos los partidos políticos? ¿Qué pasa cuando nuestra democracia no le llena la mesa a los argentinos y migrantes que habitamos este suelo?
¿Qué pasa?
Quizá haya que reformular esa pregunta y preguntarnos ¿Qué vamos a hacer que pase? La mirada que el pasado nos devuelve cada 24 de Marzo nos obliga a poner sobre la mesa un proyecto de futuro que deje a los peores fantasmas de la historia en el lugar a donde pertenecen: en el pasado.