Más allá de Occidente
Entrevista a María del Pilar Álvarez* a cien años de la fundación del PCCh
En el marco de los festejos por el 100° aniversario del Partido Comunista Chino, Marcia Perez, estudiante de la Lic. en Historia, conversa con María del Pilar Álvarez, docente de las materias Propedéutica I, II e Historia de India, China y Japón. Una mirada del pasado y presente de China a través de la historia del PCCh.
¿Qué se celebró el 1 de Julio en la República Popular China? ¿Cuáles son los orígenes del Partido?
Se celebra el centenario de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCh). En la actualidad, el partido cuenta con más de 94 millones de miembros y gobierna nada menos que la República Popular China que representa al país más poblado del mundo y una de las principales economías del siglo XXI. El partido de la revolución comunista campesina que tuvo a uno de los líderes más influyentes de la izquierda mundial del siglo pasado, Mao Zedong, posee un museo conmemorando el Primer Congreso del Partido Comunista Chino en una zona comercial de marcas lujosas de Shanghai; ironías de la revolución.
El origen del PCCh se remonta a un grupo relativamente pequeño de intelectuales urbanos, muchos de ellos venían de participar en el Partido Nacionalista (Kuomintang) que deciden el 1 de julio de 1921 formar el PCCh. Entre sus principales figuras se encuentra Chen Duxiu. Chen fue nombrado secretario general in absentia dado que no había podido estar presente en la reunión. Chen era parte de los intelectuales educados que habían sido formados en los clásicos del pensamiento chino y, como en su caso, habían aprobado los exámenes imperiales para el ingreso al sistema de funcionarios de la dinastía Qing. Al año de ingresar, decide abandonar la función pública para ir a Japón donde pasó casi tres años. Japón en esa época era un referente en el desarrollo económico, social, político y cultural. La restauración Meiji (1868) había logrado posicionarlo como la principal economía regional y el único país del “mundo confuciano” que se disputará el imperialismo regional junto a las principales potencias de la época (todas “occidentales”).
Chen tuvo un papel destacado como fundador de la revista política Nueva Juventud en 1915, en su participación en el Movimiento Cuatro de Mayo de 1919, y como profesor de la Universidad de Pekín (1917) donde trabajó – hasta su expulsión – junto a otros destacados intelectuales como Cai Yuanpei. Fue en estos ámbitos donde, desilusionados con el movimiento nacionalista, sus ideas marxistas se forjaron, enriquecieron y consolidaron.
Mao Zedong, proveniente de la provincia de Hunan, había recibido también educación tradicional gracias a su padre que buscaba educar a su hijo para que administrara las cuentas familiares. Lejos de los ideales paternos, Mao desde muy joven sintió curiosidad por el conocimiento “occidental” y leía las traducciones que circulaban de Smith, Rousseau, Spencer, Montesquieu, además de libros de historia y literatura europea. Como sus camaradas, veía en el tradicionalismo local el atraso de China y la decadente seudocolonización del «Imperio del Centro» en manos de las potencias de la época. Mao, a diferencia de Chen, estuvo presente en el Primer Congreso del PCCh y en la conformación de la primera sección provincial del Partido en Hunan en octubre de ese año.
El PCCh estuvo bajo las influencias del Komintern. Ya en 1919, Chen, al igual que Li Dazhao, había establecido relación con la Internacional Comunista a través de los rusos que vivían en Beijing. En 1920, Grigori Voitinsky, representante autorizado del Komintern llegó a dicha ciudad junto a Yang Ming-Chai, miembro del Partido Comunista ruso que hizo de intérprete durante las reuniones. Dado que el PCCh era muy pequeño y China aún estaba dominada por poderes locales conocidos como los «Señores de la Guerra», el Komintern sugirió la unión entre ambos partidos, comunistas y nacionalistas. Este pacto se discutió en mayo de 1923 en el marco del Tercer Congreso del PCCh donde se decidió conformar un frente único.
La alianza estratégica se repitió en 1937 cuando ambos bandos se unieron nuevamente para enfrentar a los japoneses. La primera alianza se rompió producto del contragolpe iniciado en 1927, luego de la muerte de Sun Yat Sen, por el entonces líder de los nacionalistas, Chiang Kai Shek. La violenta persecución a los comunistas, benefició su redefinición dando lugar a lo que se conoce como maoísmo. Mao, quien logró escapar de las masacres del Kuomintang, escribió en marzo de 1927 el informe sobre el movimiento campesino en Hunan donde presenta sus primeras reflexiones en torno a la importancia del campesinado como agente revolucionario.
Durante la Larga Marcha, el «Gran Timonel» se convirtió en el líder, ideólogo, estratega de guerra y la figura más carismática del PCCh. Lo que se conoce como maoísmo recoge sus experiencias en la lucha al lado del campesinado, especialmente con la instauración de gobierno de Yan’an donde pondrá en práctica parte de sus reflexiones y escribirá sus principales aportes teóricos como Sobre la Práctica (julio de 1937) y Sobre la Contradicción (agosto de 1937). El Partido triunfó recién el 1 de octubre de 1949, luego de años de conflictos, habiendo atravesado la guerra de avance de Japón en Asia y la posterior guerra civil contra los nacionalistas. Bajo el liderazgo de Mao, China consolidará el poder del PCCh a pesar de los avatares sufridos a lo largo de su gobierno.
¿Qué vigencia tiene hoy el proceso iniciado en 1921 y la “promesa comunista”?
El PCCh fue el responsable de la reforma agraria, la colectivización, la descolectivización, el desarrollo nuclear, el Gran Salto Adelante, la Revolución Cultural, el Juicio a la Banda de los Cuatro, el “socialismo de mercado”, la creación de zonas económicas especiales, la emancipación de los campesinos, la sobreexplotación de los obreros en manos del capital extranjero, la política del hijo único, el envío de soldados a la guerra de Corea, el restablecimiento de relaciones con su enemigo histórico: los Estados Unidos. Podría seguir enumerando políticas contradictorias que han sido llevadas a cabo por el mismo partido político en distintos momentos históricos logrando sortear múltiples dificultades internas y externas gracias a su capacidad de adaptación y reinvención.
¿Qué hay de comunismo en el PCCh actual? Si le preguntaran a Mao seguramente diría que el comunismo es meramente el nombre que lleva el partido que gobierna en China. Hoy en día no constituye un debate relevante la utopía comunista en el PCCh, sino los límites y alcances de lo que ellos llaman “socialismo con características chinas”. Hay quienes creen que este partido ya no los representa, quienes, especialmente en la década del 80, se sentían traicionados por la política de las Cuatro Modernizaciones, pero también están aquellos que vieron en Deng Xiaoping una continuidad paradójica al propugnar la emancipación nacional y la justicia social por otros medios. Entonces, lo interesante del PCCh ya no es su relación con los ideales comunistas que le dieron origen hace 100 años, sino su capacidad de mantener un alto nivel de legitimidad social mediante un «Estado» fuerte que equilibró la riqueza para unos pocos con políticas de inclusión y redistribución social. De este modo, ha logrado reconstruir y redefinir los lazos simbólicos de su legitimidad. Aunque le pese al establishment internacional, Xi Jinping cuenta con bases sólidas de apoyo local basados en una mejora sustantiva en la calidad de vida y el orgullo de que China (中国 – literalmente «Estado del Centro») fiel a su nombre volvió al centro de la economía global y la política internacional como nunca antes en su historia.
En los últimos diez años se puede ver una consolidación de la figura de Xi Jinping al punto de alcanzar en 2018 la reforma constitucional que lo habilitara a la reelección indefinida. ¿Qué repercusión ha tenido en el funcionamiento interno del partido? ¿Existe una oposición dentro del PCCh a su liderazgo?
En China existe un régimen autoritario de partido único, eso no implica que no haya diferentes líneas al interior del PCCh ni tampoco impide la existencia de otros partidos políticos menores, aliados al PCCh. Estas líneas dentro del partido se diferencian respecto a temas específicos de la agenda de gobierno, pero no cuestionan la legitimidad del régimen ni del PCCh. Desde la llegada a la presidencia, Xi no ha tenido que enfrentar protestas que atentan contra el régimen, a excepción de los conflictos en Hong Kong. Por supuesto hay protestas. Por ejemplo, conflictos obreros relacionados con las malas condiciones de trabajo; también ha habido protestas anti-japonesas vinculadas a los conflictos territoriales; manifestaciones esporádicas feministas, entre otros reclamos. A veces hay represión y encarcelamiento, y, otras veces, se negocia con los activistas. Ya no es un régimen totalitario, no hay un panóptico, pero hay autoritarismo. Es decir, hay límites a la libertad de expresión que no parecieran afectar el apoyo popular al PCCh. De hecho, hay varios académicos que pasaron de asociar la protesta de Tiananmen de 1989 como un movimiento por la democracia a considerarla parte del descontento socioeconómico de la turbulenta década del 80. Desde esta perspectiva, las profundas mejoras en la calidad de vida y la ampliación en el estado de bienestar (cada generación está viviendo económicamente mejor que la anterior) son las bases de la gran aceptación que tiene el gobierno de Xi Jinping.
Esto no ocurre en Hong Kong donde tenemos, especialmente desde las «protestas de los paraguas» en 2014, la conformación de un movimiento sólido de lucha por la democracia que ha aumentado su representación parlamentaria, pero que no logra expandir sus ideales al continente ni tampoco tener sostén mayoritario al interior de esa región administrativa especial que cuenta con mayores aperturas políticas y sociales que el resto del país. Hay muchos detalles para analizar al respecto que exceden el objetivo de esta entrevista, pero si uno lo piensa desde un espectro más amplio de la política nacional del país, claramente Xi puede mantener el control de Hong Kong a pesar del alto nivel de conflictividad social en las calles.
Otra zona de tensión es Xinjiang donde luego del atentado en la plaza de Tiananmen en octubre de 2013, en esta región autónoma – donde el gobierno ya mantenía su preocupación por el posible avance del terrorismo islámico – se ha impuesto una política oficial de control y persecución a aparentes células terroristas. Como en Hong Kong, y como ocurrió en otras épocas en Tibet, hay mucha presión internacional y colaboración con los disidentes por parte de los países que tienen actualmente una tensa relación con China, como los Estados Unidos. Este tema daría para una discusión aparte, lo que me parece importante es que si uno lo piensa desde la política nacional son conflictos complejos que no logran socavar las bases de la legitimidad del PCCh.
Para cerrar, quiero destacar que todo indica que el PCCh seguirá conduciendo el destino del gigante asiático por unas cuántas décadas más y que Xi Jinping ejerce un liderazgo sólido al estilo de Deng Xiaoping.
¿Alguna recomendación de lectura/artículo/podcast/película para realizar en el marco del aniversario?
Tres recomendaciones. Aconsejo una relectura que hace el propio Mao sobre los orígenes del PCCh que permite entender las múltiples chinas que habitan el país en el preludio de la revolución. La editorial Cien Flores publicó las entrevistas a Mao de Edgar Snow en un libro breve llamado La Larga Marcha. Edgar Snow, el amigo estadounidense de Mao, fue el primer periodista extranjero en entrevistarlo en su famoso libro Estrella Roja (1937). Admirador de la China comunista, está hoy conmemorado en la Universidad de Beijing.
Considerando el inicio del período vacacional, mi segunda recomendación es aún menos académica, pero sumamente ilustrativa del impacto de la revolución en la gente común, especialmente los campesinos. Aconsejo leer el tomo uno (“El tiempo del padre”) de la historieta de Li Kunwu llamada Una Vida en China publicada por Astiberri. Li Kunwu nació en 1955 en la provincia de Yunnan donde creció como hijo de un funcionario local del Partido y de una madre obrera. En sus viñetas narra en primera persona la historia del país entremezclando episodios trágicos, cómicos y controvertidos (a veces rondan el absurdo) que nos permiten comprender mejor el impacto de las políticas llevadas a cabo por Mao y, en los tomos posteriores (“El tiempo del Partido” y “El tiempo del dinero”), por Deng en la vida cotidiana. Gracias a un francés que conoció en su ciudad natal y lo motivó a publicar esta historieta, nos presenta en sus dibujos una historia del país diferente, que rompe con los clichés de muchos críticos y aduladores chinos del PCCh.
Finalmente, creo que es importante entender cómo representa y rememora el propio PCCh su historia. Así no pueden dejar de ver la película oficial estrenada justamente para conmemorar los 100 años del PCCh llamada “1921” de Huang Jianxin centrada en la historia del grupo de jóvenes que llevó a cabo el primer Congreso Nacional del Partido Comunista de China en Shanghai. Es el mismo director de otras películas de narrativa oficialista sobre esa época: “La fundación de la república” (2009), “La fundación de un partido” (2011) y “Mao 1949” (2019). En estos films encontramos a los héroes del PCCh en la actualidad, las figuras históricas que hoy se reivindican – como la esposa de Sun Yat Sen – y el papel que tiene Mao en la historia oficial del país.
*María del Pilar Álvarez es Licenciada en Ciencia Política y Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA), Magíster en Estudios del Este de Asia y Corea por la Universidad Yonsei (Corea del Sur). Actualmente es Investigadora Asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Profesora Titular de la Universidad Nacional de San Martín en donde está a cargo de la asignatura Historia de India, China y Japón de la Licenciatura en Historia. También es Profesora Titular en la Universidad del Salvador, y Profesora Invitada del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad T. Di Tella.